Cuando vivía en Madrid me presentaron a un tipo bastante peculiar. Colombiano, un amigo lo conoció jugando a fútbol y me llevó a su casa, vivíamos todos en el mismo barrio de clase alta. Pero él estaba solo. El piso lo pagaba su padre, no tenía hermanos ni oí hablar de su madre, teníamos dieciséis años. Cuando entré en su casa por primera vez nunca había visto tanta marihuana junta.
Era una situación extraña para nosotros, en la época en que alejarnos de la disciplina familiar era nuestro principal objetivo, aquel tío vivía sólo en un pisazo y se pasaba el día fumando canutos. Durante un buen tiempo nos pasamos por su casa a escuchar música y fumar. Un día le pregunté qué hacía durante el día y me dijo que hablaba con Dios, que se subía a un monte y rezaba a Jah. Era rastafari, nos hablaba de las doce tribus de Israel, de Haile Selassie, emperador de Etiopía y última reencarnación de Dios, de Babilonia y del “asesinato” de Bob Marley por la CIA. Odiaba a los blancos, como él y como nosotros. Tenía un bigotillo chicano, era bajito y poco atlético, pero él decía que jugaba de portero en el Monfort, un colegio vecino.
Tenía montañas de discos de reggae. Estaba obsesionado, a veces nos obligaba a leer las letras de las canciones mientras las escuchábamos. A mí me daba el folleto del CD y mi amigo Javi la leía de un folio colgado de la pared mientras él la cantaba. Se daban situaciones muy cómicas. Como estaba solo todo el día, cuando veníamos a verle quería ejercitar la mente y nos hacía jugar al parchís. Con la doblada que nos pegaba la hierba, Javi ni siquiera contaba los números de los dados, él movía su ficha hasta que alguien le decía basta.
Dejó el colegio, no trabajaba y fue vendiendo todos los muebles de la casa hasta que solo le quedó un colchón en el suelo y los discos. Un día ya no supimos nada más y perdimos el contacto.
Gracias a él descubrí que más allá de Bob Marley existía Lucky Dube, Lee Perry, Alpha Blondie, Yellowman o Gregory Isaacs, uno de mis favoritos, muerto hoy a los 59 años en su casa de Londres. RIP.
En Spotify: Gregory Isaacs – The Sensational Extra Classics (Echo/Vista Sound, 1972-1984)